miércoles, 20 de julio de 2011

Espejos.




Desde el comienzo de la humanidad todo aquello que reflejase la realidad estaba ligado a lo esotérico y lo oculto. El verse retratado a uno mismo en los espejos de agua significó para los antiguos pobladores de nuestro mundo la imagen de su propia alma. Una vez que se creó el “espejo”, este artefacto de adoración de muchos pasó a ser otro objeto relacionado con fenómenos paranormales y rituales tanto religiosos como paganos.
Muchas culturas creen que esa materia capaz de reflejar lo que se sitúa ante ella tiene también la capacidad de mostrar o atrapar el alma de quienes se reflejan en ella. Es por esto que a partir de que esta creencia se hizo popular, muchas personas tienen la costumbre de tapar los espejos con un lienzo negro durante un velorio o en las habitaciones de los moribundos.
Además de estas facultades, se les atribuyen otras que entran en el plano mágico. Según citan los antiguos escritos, se los ha usado para adivinar el futuro como si se tratase de oráculos. Los adivinos de siglos pasados sumergían en agua un espejo de plata  y según la claridad del reflejo que brindaba era señal si una persona tendría larga vida o una existencia corta y penosa. Según afirman los expertos, las personas con el don de la clarividencia pueden divisar en estos objetos diversas imágenes que les brindan información detallada sobre el futuro.
Sus poderes además trascendieron la barrera de los alquimistas y pasaron a ser parte de las leyendas populares, muchas historias urbanas cuentan de apariciones malignas en los espejos luego de recitar determinadas frases frente a ellos y mostrando algún instrumento en particular. Por ejemplo la leyenda de Verónica, también conocida como Bloody Mary, quien se pare frente al espejo con una tijera abierta en sus manos y recite su nombre 9 veces invocará a su espíritu quien le pedirá que adivine la fecha de su muerte; en caso de fallar, la aparición matará a la persona que la ha invocado en vano.
Para la cultura oriental, por ejemplo, los espejos están dotados de un gran poder místico y son elementos capaces de espantar a los espíritus malignos. También representaban una ofrenda al mundo espiritual y por ello eran colocados en las tumbas imperiales.
Los espejos también son considerados portales que comunican al más allá, o hacia otro mundo similar al nuestro pero donde nada es lo que parece. Muchos son los relatos de personas que afirman haber visto reflejados en ellos a seres que en realidad no estaban allí o a familiares que recién habían fallecido y se presentaban a modo de despedida.
Sea cual fuere la verdad en este caso, las miles de leyendas fantásticas que rondan en torno a estos artefactos capaces de reflejar nuestra realidad al revés de cómo la vemos han traspasado la barrera de los siglos, culturas y creencias, instaurándose en la conciencia popular.